Ayer por la noche, como todos los
días nos reunimos en la
utilería antes de empezar a entrenar, Pedro pidió la palabra y nos comunicó que ya no sería mas el técnico del Equipo.
Las razones son personales y propias de Pedro, nos las explicó y las entendemos
perfectamente, también nos comentó que fue una decisión que ya venía manejando desde antes del comienzo del
Super 8.
Sin duda fue una noticia que nos conmovió a todos, de diferentes maneras. El 90% de quienes estuvimos ayer en la reunión incluyendo jugadores, preparador físico y
Kinesiólogo fueron traídos al club por Pedro. Algunos de los jugadores que hoy forman parte del Equipo fueron los que lograron junto con él, el ascenso a Primera A, y otros jugaron la final del
Super8 del año pasado. Muchas
emociones, el clima estaba en silencio,
escuchábamos, pero todos
teníamos ganas de decir algo. Pedro lo hizo bien corto y directo, y estuvo bien.
La relación jugador-entrenador es
tremendamente compleja y esta llena de matices, en muchas
ocasiones es emocional, en otras es casi paternal, a veces fraternal y eso va cambiando conforme pasa el tiempo, algunos vínculos se afirman y se hacen mas fuertes, otros se alejan y se hacen
irreconciliables, es tan dinámico como la vida, pero mas intenso aún, porque los desafíos son permanentes.
Para nosotros queda digerirlo de la mejor manera, saber que este alejamiento hoy es lo mejor para Pedro, y tomarlo como un volver a empezar.
Sin duda nos va tomar un tiempo, esto nos sirve para unirnos mas entre nosotros, sabemos de nuestro potencial tanto individual como grupal.
Nos toca ahora esperar al próximo entrenador con la mejor onda y abiertos a escuchar y ayudarlo para que se adapte lo antes posible al club y dar todo de nosotros para que le vaya bien a él y consecuentemente al Club.
Pedro, desde nosotros te deseamos lo mejor, esperamos seguir viéndote por el club, y que nos sigas acompañando.